El mantra neoliberal reza que "la gestión privada es más eficiente que la pública" y vaya si lo es en esta ocasión. El problema radica si el político de turno que está al mando le interesa más favorecer a la ciudadanía a la que se supone que sirve o una empresa privada que ya veremos que relación tiene con algún o algunos dirigentes de su partido (incluso el propio Almeida o familiares). El aparcamiento del centro de Madrid llegó a las manos del Ayuntamiento en 2016, después de que finalizara la anterior concesión privada. Según los datos recopilados por elDiario.es, la empresa pagaba entonces al Consistorio madrileño una cifra 18.592 euros anuales por su explotación. La gestión pública del aparcamiento (a través de la Empresa Municipal de Transportes (EMT)), recaudó tan solo en el primer año un total de 1.890.650 euros. A largo plazo, desde Hacienda municipal se estimó que el beneficio podía alcanzar los 60 millones.
Algo más de 4 millones que se alejan de los 22,6 millones que, según las estimaciones, obtendría el Ayuntamiento de Madrid con la explotación directa a través de la EMT. Y es que la gestión pública del aparcamiento aportaría 18,6 millones más que podrían invertirse en la ciudad y beneficiar, así, a los ciudadanos y ciudadanas de la capital. A pesar de la recaudación que ello supondría para las arcas municipales, Almeida ha antepuesto la privatización a los intereses de la población.
La tendencia del Partido Popular por privatizar es de sobra conocida. Sin ir más lejos, el propio Almeida ya fue señalado a principios de agosto por "desmantelar" el transporte público de Madrid. También sería bueno recordar la venta de vivienda pública o la privatización del servicio de basura de su antecesora partidista en el cargo Ana Botella que costó mucho más dinero y el servicio era (y es) de peor calidad que el público.
Son los mayordomos del capital y la iglesia en España, y una franquicia del estado profundo USA y de la UE ¿Qué puedes esperar?
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