En septiembre de 2013, el asesinato de Asunta Basterra Porto conmocionó a España. El caso, lleno de intriga y misterio, captó la atención de todo el país. A medida que se desarrollaba la investigación, se revelaron detalles escalofriantes que llevaron a un cierre impactante del caso. En este artículo, exploraremos los hechos, el curso de la investigación desde el principio y cómo se logró finalmente cerrar el caso.
Desde el principio, las autoridades consideraron que el asesinato de Asunta no fue obra de un extraño. La investigación se centró en su entorno cercano, y pronto surgieron sospechas sobre sus padres adoptivos. Rosario Porto, abogada de profesión, y Alfonso Basterra, periodista, se convirtieron en los principales sospechosos.
La policía recopiló pruebas que apuntaban a que Asunta fue sedada con Orfidal, un fármaco controlado, antes de ser asesinada. Se encontraron restos de esta droga en su estómago durante la autopsia. Además, se descubrió que Asunta había recibido dosis letales del fármaco en los días previos a su muerte.
El análisis del teléfono móvil de Rosario Porto también proporcionó pistas importantes. Se encontraron mensajes de texto y correos electrónicos que sugerían que estaba involucrada en actividades ilícitas, incluyendo la compra de medicamentos controlados y su intento de obtener un falso pasaporte para Asunta.
Además, se descubrió una historia perturbadora sobre la vida de Asunta. Testigos y compañeros de clase relataron que la niña era víctima de abuso verbal y psicológico por parte de sus padres adoptivos. También se supo que Rosario Porto había contratado a un detective privado para espiar a Asunta y había llegado incluso a escribir un diario ficticio en nombre de la niña.
En noviembre de 2013, Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron arrestados y acusados de ser los responsables del asesinato de Asunta Basterra Porto. Durante el juicio, que se llevó a cabo en 2015, la fiscalía presentó una amplia evidencia contra los acusados. Se presentaron pruebas forenses, testimonios de testigos y detalles sobre la vida de maltrato que Asunta había experimentado.
Finalmente, en noviembre de 2015, Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron declarados culpables del asesinato de Asunta. Fueron condenados a 18 años de prisión cada uno. La sentencia subrayó la crueldad y la premeditación del crimen, así como el sufrimiento continuo que Asunta había soportado en manos de sus padres adoptivos.
El caso Asunta Basterra Porto se convirtió en un recordatorio espeluznante de que el maltrato infantil y la violencia existen en todas las capas de la sociedad. También resaltó la importancia de una investigación exhaustiva y meticulosa para llevar a los culpables ante la justicia.
Después de intentar en repetidas veces quitarse la vida desde que ingresó en prisión por la muerte de su hija, Rosario Porto apareció ahorcada la mañana del miércoles 18 de Noviembre de 2020 en la cárcel de Brieva (Ávila).
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