Llados, el estafador piramidal que nada entre lamborghinis y prostitutas transexuales

"Panza, panza. Mileurista, mileurista. Fucking café con fucking croissant". Así comienza en uno de sus vídeos este influencer vende humos, estafador "legal", que cautiva a chavales sin educación ni talento. Donde promete que cualquiera puede hacerse millonario levantándose a las cinco de la mañana, haciendo ejercicio como un vigoréxico, leyendo un libro y alejándose de la familia y amigos. Esto último es parte de la receta de su estafa piramidal, pero vayamos por orden.

Amadeo Lladós, también conocido como Llados, es un influencer y culturista que ha generado controversia en las redes sociales. Su presencia se ha vuelto viral debido a sus videos en los que presume de una vida exitosa basada en tres pilares: dinero, coches y mujeres. Sin embargo, su historia de superación y éxito no es tan idílica como parece. Según investigaciones, Lladós está llevando a cabo una campaña masiva de marketing utilizando imágenes de coches lujosos y mujeres en bikini para atraer a jóvenes interesados en mejorar personalmente a través de sus cursos de "coaching digital". Aunque tiene una gran cantidad de seguidores en sus cuentas verificadas de Instagram y TikTok, se ha descubierto que estas cuentas carecen de personalidad y simplemente reciclan el mismo contenido.

Además, su supuesto origen humilde es falso. Niño pijo de uno de los colegios más caros de Madrid y un pasado en el mundo de las motos, donde compitió en una carrera junto a Marc Márquez. Esto sugiere que no fue un friegaplatos sin dinero como afirma en su ideario para conseguir el "éxito". También se ha señalado que su página web, TU1MILLON, promete ingresos mensuales de 2,000 dólares desde el móvil tras pagar una afiliación y atraer a más personas al curso, lo que es claramente una “estafa piramidal”.

Parte del éxito de su relato está basado en la simple superación del individuo, marcarse una meta e intentar ser la mejor versión de ti mismo cada día. El manual de vende humos habitual. Pero riega todo ello de ostentación barata, una lujosa vida que se costea sacándole el dinero a chavales desesperados y sin educación, mansiones y coches alquilados como distracción, vendiéndoles que pueden ser millonarios con unas pautas ridículas, germinándolo todo con un desprecio por la clase trabajadora mientras presume de prostitutas transexuales en la piscina que le han pagado esos "ni-ni soñadores".

¿Pero cómo protege la estafa de posibles injerencias de terceros? Una de las consignas es alejarte de familia y amigos, son un lastre para conseguir esa vida de ensueño materialista, y así se asegura que su relato de estafador no va a ser desmontado de manera externa. La realidad es bien simple, no vende nada. Un estafador de sueños, un vende parcelas en la luna.