Francisco Álvarez-Cascos, exministro de Fomento durante el Gobierno de José María Aznar, cobró 4,7 millones de euros provenientes de instituciones y empresas a las que benefició en el ejercicio de su cargo público a través de contratos. El departamento de Fomento que dirigía el exmandatario del PP adjudicó obras a compañías de las que ha recibido pagos al menos hasta 2018, incluyendo su etapa como presidente del Principado de Asturias, y desde 2004, año en el que abandonó la política institucional de ámbito nacional, según lo publicado por el diario ABC.
La sociedad Aqualium explotó dos vías de negocios fundamentalmente: exposiciones en ciudades gobernadas por el PP y abonadas por cajas de ahorros controladas por el partido y la venta obras de arte, sobre todo a empresas constructoras que trabajaban para el Ministerio de Fomento y a las que casualmente había adjudicado cientos de millones de euros en obras del AVE. La constructora S.A. de Obras y Servicios Copasa compró obras de arte a Aqualium por 61.500 euros. Esta constructora fue adjudicataria de una obra de 48 millones de euros para la construcción de una plataforma del AVE en Valencia durante la etapa de Cascos como minsitro de Fomento. Rover Alcisa, que pagó a la empresa de Cascos 95.900 euros, también consta entre las firmas habituales en concursos de infraestructuras públicas.Azvi, que compró arte a Cascos por 110.000 euros, también consta entre las asiduas a la licitación de obra pública en España.
Toda una trama corrupta que refleja cómo gobierna y para quién el Partido Popular cuando está en las instituciones.
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