domingo, 28 de abril de 2024

La España del siglo XXI o cómo entender el funcionamiento de la política actual

Vamos a extrapolar la historia reciente de España a otro lugar para comprender mejor lo que ha sucedido, lo que sucede y lo que sucederá si no se le pone remedio. Que los árboles no nos impidan ver el bosque. Imaginemos que estamos al final de la Segunda Guerra Mundial, 1945, en Alemania. Después de todas las atrocidades cometidas por los nazis, realizan una amnistía para que todo quede en nada. Borrón y cuenta nueva. Todos los asesinatos, los crematorios, campos de concentración, apropiación de la propiedad ajena mediante denuncias de dudosa veracidad, no se investigarán ni se repararán de ninguna manera. No contento con ello, en esta nueva etapa no hay ningún tipo de criba. Los empresarios que se enriquecieron con el régimen y la sangre de millones de inocentes continúan con su actividad, los jueces siguen siendo nazis, la policía sigue siendo nazi, el ejército sigue siendo nazi, los medios de comunicación más importantes y con mayor difusión siguen siendo nazis, los maestros y maestras siguen siendo nazis. Básicamente las instituciones no varían ni un ápice del régimen anterior. Ello supone que la historia, la que aprenderán las futuras generaciones, la van a contar los nazis. Se permitirán todo tipo de relatos bajo el tecnicismo "escuela concertada, semiprivada o privada", tales como que Hitler fue un héroe o que los millones de judíos asesinados solo fueron en realidad unas pocas decenas y la mayoría fallecieron de gripe. Se justificará todo los aterradores actos acontecidos en el pasado bajo un cuento para críos sobre que algo peor hubiera llegado o que realmente se hizo lo que se hizo por nuestro bien. La desmemoria llegará hasta tal punto de que se permitirá la creación de la Fundación Adolf Hitler, por si las escuelas de "alemanes de bien" no fueran suficientes. Monumentos, calles, bustos en honor de nazis continuarán en su lugar para conmemorar la Historia. Por si no fuera suficiente, siete generales nazis fundan un partido: El Partido Popular Nazi. Y con las tres patas necesarias para arrasar en esas "elecciones democráticas", la mediática, la judicial y la política, todo engrasado con "donaciones" de empresarios nazis que contribuirán a la causa con la premisa de que se les dará de vuelta multiplicado por diez a cargo del contribuyente.


¿Sería como mucho un guion para un telefilme? ¿Una comedia de gags?

El error de todo esto es no aprovechar la oportunidad, el Partido Socialista siempre andando de puntillas, mirando hacia la derecha, esperando una aprobación que no va a llegar. La única España que entienden es en la que ellos mandan, la reflexión debería comenzar por quitar esa aura intocable que tienen jueces y periodistas. El Partido Popular lo sabe y se ha comprado uno y otro. Hay más de una veintena de medios privados financiados directamente por ellos desde las comunidades donde gobiernan. El CGPJ, por primera vez en la historia, ha sacado un comunicado posicionándose en contra de una Ley que no había visto la luz. Eso es prevaricación, corrupción judicial. No hay que pedir permiso, hay que cambiar la mayoría necesaria, renovar la Justicia de arriba a abajo y crear una Ley de Comunicación que haga responsables a los periodistas que publican noticias y a los que la difunden sin miramientos para evitar los "Eduardo, esto es muy burdo, pero voy con ello". Sería un comienzo para limpiar la podredumbre de este país y volver a tener un mínimo de dignidad.