viernes, 22 de enero de 2021

El juicio a Cifuentes demuestra la corrupción académica de Pablo Casado

El mediático juicio de la expresidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, está poniendo de manifiesto que en el Partido Popular se robaba mucho más que dinero público a través de mordidas para su caja b y sus sobrecitos. Y que más de un diregente se ha servido de su posición y/o contactos para engordar su currículum sin ni siquiera haber pisado nunca una clase.

Cifuentes ha declarado ante el tribunal del caso Máster que no conserva ninguno de los trabajos realizados (será porque nunca existieron) durante el posgrado cursado en 2012 en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y que únicamente mantenía comunicación con Enrique Álvarez Conde (director del Instituto de Derecho Público ya fallecido). No intercambió in un solo correo electrónico con ningún profesor y, de hecho, reconoce que el acto de defensa del Trabajo Final de Máster (TFM) fue "informal". Además ha argumentado que fue Álvarez Conde quien "me explica la dinámica o cómo suplir la asistencia y exámenes y quien me fija el calendario. Son doce asignaturas. Conde me dijo que no me preocupara por no ir a clase y me dijo que era una modalidad con alumnos que trabajan. No me sorprendió porque había otras universidades con modalidad parecida. Por cada asignatura se hacía un trabajo. Todo a través de Álvarez Conde". Su defensa no ha aportado ninguno de estos trabajos, que según Cifuentes se los hacía llegar a Álvarez Conde a través de su equipo o de algún familiar, porque "no tenía ningún interés en conservarlo".

Más allá de la corrupción académica manifiesta sobre Cristina Cifuentes, ahora el foco, al menos mediático mientras esté aforado, se centra en la figura del presidente popular Pablo Casado. En unas circunstancias idénticas a las de Cifuentes, Casado no piso ninguna clase y sus "trabajos de fin de Máster" sólo los exhibió (al menos las portadas estaban escritas) en un acto con periodistas donde ninguno de los presentes pudo leer ni una coma. Luego de todo ello, dos compañeras de Casado fueron imputadas, al igual que el propio líder conservador, por el máster de la URJC que curiosamente estaban ligadas también al PP. María Mateo Feito, hija de la exasesora de la Consejería de Educación de Cifuentes y Alida Mas Taberner, subsecretaria de la Consellería de Educación durante la etapa de Camps.

La etapa académica de Pablo Casado siempre ha estado bajo la sombra de corruptelas. Primero aprobó en dos meses lo que no pudo en cuatro años una vez apuntaba a convertirse en el líder de las Nuevas Generaciones del PP, luego está su famoso "postgrado en Harvard" (que se descubrió luego que fue un de cuatro días en Aravaca) y finalmente el famoso máster de la URJC.

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