El nombramiento del político y economista socialista Antonio Miguel Carmona como nuevo vicepresidente de Iberdrola España tiene como objetivo "reconducir las relaciones institucionales y la comunicación" de la compañía, según han confirmado fuentes próximas al economista. Esa es la moto que nos han querido vender. Se trata de un fichaje personal del propio presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, en un momento en el que la eléctrica se encuentra inmersa en el 'caso Villarejo' y en pleno choque contra el Gobierno tras las medidas adoptadas para amortiguar la escalada del recibo de la luz.
Ahora, hace unas escasas horas, conocemos la noticia de que el excandidato a la alcaldía de Madrid por el Partido Socialista ficha por Iberdrola. Lamentable y miserable. Carmona ocupará el puesto en un momento clave, donde la reputación de la compañía se ha visto comprometida por la supuesta vinculación con el excomisario Villarejo. En concreto, el pasado julio el juez de la Audiencia Nacional al frente de la instrucción del 'caso Tándem' imputó a Iberdrola Renovables como persona jurídica por la supuesta contratación irregular de Cenyt, una de las empresas ligadas al excomisario. El juez también imputó en la causa al propio Galán.
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