Díaz Ayuso deja de gastar 821 millones en sanidad en el año del genocidio de ancianos y cierre de centros de salud

La presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la nueva musa de la extrema derecha neoliberal no tiene parangón posible en la historia de nuestro país. Despúes de más de diez mil muertos en las residencias semiprivatizadas, el cierre de numerosos centros de salud y el despilfarro a dedo a empresas amigas de seguridad privada y constructoras (El famoso hospital fantasma) nos encontramos hoy con una curiosa noticia. 

En un año tan duro provocado por la pandemia, las residencias, hospitales y sanitarios recolocados para evitar contratar más personal, el Servicio Madrileño de Salud tuvo 821 millones de superávit en 2020. El Sermas, que había tenido unos números rojos de 886 millones en 2019, no explica cómo ha compensado ese déficit y ha dejado sin gastar semejante cantidad cuando todas las demás comunidades autónomas han tenido pérdidas.

Esto tiene dos posibles lecturas, o no hay nadie al volante en esta comunidad que ha visto crecer en los últimos años su censo en más de 500 mil personas pero despidiendo a 3000 sanitarios en el mismo periodo o el genocidio de ancianos y el destrozo a la sanidad pública provocada por la gestión de Díaz Ayuso ha sido premeditada y con alevosia. Estamos hablando de un plan para abandonar a ancianos a su suerte mientras gestionas un segundo plan para terminar de privatizar la sanidad pública madrileña.

Los servicios sanitarios de País Vasco, Cataluña, Castilla y León y Castilla-La Mancha gastaron más de lo que ingresaron en el año del coronavirus. Sanidad pretextó que las cifras enviadas al consejo de administración del Sermas, eran un "montaje" y no se correspondían con las "oficiales". Habrá que esperar nuevos acontecimientos.